Cuida el cabello alimentándote mejor
Una alimentación excesiva en grasas saturadas, aquellas que se encuentran en los alimentos de origen animal, como las carnes rojas, embutidos, la leche entera y sus derivados como los quesos curados, eleva los niveles de colesterol dañino o LDL, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y favoreciendo la obesidad y el sobrepeso corporal.
La mayoría de las grasas de este tipo, las cuales tienen ciertas propiedades químicas y por lo general son sólidas a temperatura ambiente, provienen de productos alimenticios animales, pero algunos aceites vegetales, como el de palma y el de coco, también las contienen en concentraciones altas, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE.UU.
De todos modos, “todas las grasas aportan energía para que el organismo funcione adecuadamente, por lo que no se deben suprimir de la dieta los alimentos que contienen grasas saturadas sino consumirlos con moderación”, explican desde la Clínica Universidad de Navarra (CUN).