2022: un año marcado por una guerra y sus consecuencias globales
El principal evento que marcó el 2022 fue la guerra que desató Rusia en Ucrania en febrero pasado y que desencadenó una crisis geopolítica con importantes implicaciones económicas para el mundo.
La economía de los países fue impactada por el conflicto armado que elevó los precios de los alimentos, lo que afectó sobre todo a los países más dependientes, que no terminaban de recuperarse de la pandemia.
El Banco Mundial prevé que si la guerra se prolonga se podría debilitar aún más la confianza y el crecimiento mundial, empeorar la inseguridad alimentaria y aumentar los costos de financiación y el riesgo de crisis financieras en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo.
Otra consecuencia de la ofensiva rusa en Ucrania es la inestabilidad energética, sobre todo, en Europa por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que el reordenamiento geopolítico de las fuentes de suministro de energía es de “carácter amplio y permanente”.
En la región más cercana
Más cerca de la República Dominicana, está el vuelco que dio América Latina a la izquierda, proceso que se afianzó con el triunfo en Brasil de Lula da Silva y con la llegada por primera vez de la izquierda al poder en Colombia con la victoria de Gustavo Petro.
Más reciente está la situación en Perú cuando su presidente, Pedro Castillo, intentó disolver el Congreso y decretar un Gobierno de excepción. Pero, luego, el Congreso lo destituyó y, luego, fue detenido, complicando aún más la crisis política que arrastra ese país en los últimos cinco años.
La migración en las Américas también fue un punto importante este año con cifras récord en la frontera sur de Estados Unidos y cada vez más migrantes, sobre todo venezolanos, atraviesan el Tapón del Darién buscando llegar al norte.
Este año también se celebró la Novena Cumbre de las Américas con EE. UU. como anfitrión, marcada por las críticas porque no se invitó a Cuba, Nicaragua y Venezuela, países considerados no democráticos.
El cónclave terminó con una declaración en la que los países se comprometieron a fortalecer una migración legal con programas de trabajo temporal, reunificación familiar y regularización.
Otra información que impactó a nivel internacional fue el voto del Tribunal Supremo de EE. EE. que puso entredicho la protección constitucional del derecho al aborto, dejando la decisión en mano de cada estado.
En Europa
Además de la situación en Ucrania, en Reino Unido se vivió, en este 2022, un caos político que tiene como origen al gobernante Partido Conservador, que ha presentado tres primeros ministros durante este año.
Antes de la llegada del actual primer ministro, Rishi Sunak, estuvo Liz Truss quien renunció al cargo que ocupó durante 45 días, el período más corto en la historia de Reino Unido. Tuss había reemplazado a Boris Johnson.
Johnson dimitió en septiembre luego de la escalada de renuncias de más de 50 miembros de su gabinete. Además, sobrevivió a una moción de censura luego de que se revelara que asistió a fiestas mientras el resto del país estaba confinado por la pandemia del COVID-19.
Y, por primera vez, la ultraderecha ganó las elecciones en Italia, con el triunfo de Giorgia Meloni. Además, con la alianza que pudo concretar, tendrá el control de ambas cámaras.
Las rutas migratorias en el Mediterráneo también marcaron este año, aunque con el registro de menos personas en comparación con los récords en 2015, pero los trayectos son más mortales para quienes los hacen.
Estos viajes, en embarcaciones precarias, provocaron un choque diplomático entre Francia e Italia, cuando el último rechazó que Ocean Viking desembarcara a los migrantes en su territorio para un reparto entre varios países europeos.
En Asia
Xi Jinping, presidente de China, obtuvo un tercer período consecutivo como secretario general del Partido Comunista, luego de un congreso en el que afianzó su control sobre la gobernante organización política.
A esta ratificación se suma el voto a favor de 2018 de la reforma de la Constitución que le permitirá a Xi Jinping presentarse indefinidamente a la reelección. Lo que refuerza todavía más su control sobre China. Aunque este control fue sacudido hace poco con la avalancha de protestas sin precedentes que incluyó llamados a su renuncia debido a las estrictas medidas que se toman para controlar el COVID-19.
En el mismo espacio está la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán lo que aumentó las tensiones entre China y Estados Unidos.
La respuesta de China a la visita fue una demostración de fuerza a través de ejercicios militares, lanzamiento de misiles balísticos cerca de Taiwán y enviar buques de guerra navales en las inmediaciones del Estrecho de Taiwán.
Está Corea del Norte y sus provocaciones a Japón, Estados Unidos y Corea del Sur con el lanzamiento de misiles, un número récord de casi 70 este año, incluidos dos intercontinentales, lo que desató una preocupación de la comunidad internacional.
El lanzamiento de los misiles viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los analistas coinciden en que Corea del Norte se beneficia de las divisiones en el órgano desde la guerra en Ucrania.
Irán vivió este año un estallido de protestas tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que falleció durante su detención por parte de la policía religiosa. Fue detenida por supuestamente no cumplir con las reglas del hiyab (velo).
Como el Gobierno ha podido suprimir las protestas, el régimen de Alí Jamenei suprimió la policía de la moral, la que se encargaba de verificar que se cumpla con los códigos de comportamiento y vestimenta.
En África
La ONU y la Unión Africana están preocupadas por la seguridad en la región del Sahel por los cambios de “gobiernos inconstitucionales” y por el “deterioro” de la situación humanitaria y de seguridad, así como “la creciente amenaza del terrorismo y el extremismo violento en la región”.