El Palacio de los Deportes se llamaría ¿Travieso Soto-Banreservas?
Una gotera provocó la reacción del presidente de la República, Luis Abinader.
Ocurrió durante el partido que jugaban las selecciones de Argentina y de República Dominicana, la noche del jueves 10 de octubre en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
El partido fue, de manera forzosa, detenido con 4:17 por jugar del tercer cuarto y 49-40 la pizarra a favor de Dominicana.
De inmediato llegó una llamada, no cualquier llamada, si no la del señor Presidente. Todo por salvar el honor del país por un juego de baloncesto, que involucró a otro país.
La época moderna permitió que el contacto fuera directo, lo que para media población mundial puede ocurrir a través de un celular, a partir de 1973.
El receptor tomó el teléfono, quien operó de manera inmediata pues quien estaba en el móvil era el primer mandatario y del otro lado, el ministro de Deportes, Francisco Camacho, que de espectador en el Travieso Soto pasó a ser operador, es decir, su función como ministro.
Según reportes hubo reprimendas. La razón es porque la molestosa filtración, que interrumpió el juego por unos 40 minutos, se conocía de antemano, pues el desperfecto se observó durante la ronda semifinal del torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional. Y el Patronato que allí opera, no se hizo cargo de la situación.
Resolver el asunto llevó a dos empleados a subir hasta el techo, en su parte interna, con el objetivo, de forma temporal, de resolver la fastidiosa interrupción. Todo llegó a una feliz conclusión y el encuentro llegó a finalizar sin mayores inconvenientes.
Sin perder tiempo, llegó una nota, alrededor de las 10:43 p.m., que afirmaba la ordenanza del presidente Abinader: una reparación del Palacio Travieso Soto, mediante el Ministerio de Deportes y el Banco de Reservas.
Sin dudas el presidente observa el partido. Para su satisfacción, vio su selección tricolor vencer a la albiceleste, pero el disgusto amargó un tanto el momento.
Los reportes señalan que la instalación pasaría a llamarse:
Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto-Banreservas.
El punto es que la entidad financiera se hará cargo de ese sobre utilizada instalación con el fin de un mantenimiento sostenido.
La reparación será profunda. Llevada a cabo o supervisada por ingenieros del Banreservas.
Es probable que ya la orden presidencial existiera antes de lo acontecido el jueves, pero por lo bochornoso del monto, se aceleró la publicación.
Al final, el país ganó dos veces: la victoria de la selección 80-69 sobre los visitantes y la reparación del Palacio por orden del Presidente.
¿Y entonces el Patronato?
Ahí terminó la conversación.