Europa está a punto de prohibir la venta de televisores 8K: estos son los motivos
En muchas ocasiones, la tecnología se empeña en correr más rápido que el usuario. Los televisores 8K, esos que llevan vendiéndose desde hace unos pocos años a precio prohibitivo, son uno de los mejores ejemplos. Hasta la fecha, el contenido compatible con esta calidad de imagen es, prácticamente, inexistente. De acuerdo con recientes estudios, para 2026 se espera que solo 2,7 millones de hogares en todo el mundo cuenten con este tipo de dispositivos. Y eso, si llega, porque la Unión Europea puede acabar con la comercialización de todas las pantallas compatibles con esta resolución, la UHD y microLED, a inicios del próximo 2023
Los motivos de la decisión
¿La culpa? De acuerdo con la 8K Association -organización que conforman empresas como Samsung, Philips, Panasonic o Google, entre muchas otras- estos dispositivos, así como otros compatibles con 4K, están por encima de los límites de consumo de energía acordados por la UE en 2019, y que serán aplicables desde el próximo 1 de marzo. Los fabricantes apuntan que, actualmente, no es posible adaptar el consumo de la tecnología a los nuevos requisitos, por lo que las pantallas podrían dejar de comercializarse en suelo europeo.
El objetivo de la Unión Europea, más en el presente contexto de ahorro energético, es evitar que los dispositivos electrónicos gasten de más, algo que, evidentemente, tiene su efecto en el bolsillo del usuario. De acuerdo con la normativa establecida en 2019, para consultar las capacidades aceptables de consumo de un televisor a partir de 2023, los fabricantes se deben fijar en el Índice de Eficiencia Energética (EEI), que se calcula en función del área de la pantalla y el consumo de energía.
Entonces, se estableció que cualquier dispositivo que ofreciese una resolución superior al 4K consumiese la misma energía que estos televisores. Algo que, efectivamente, no cumple en la actualidad ninguno de los modelos 8K que se están comercializando y que, hasta marzo de 2023, no están sujetos a ningún límite concreto. De acuerdo con los cálculos de la industria, algunos modelos, como el potentísimo Samsung Neo QLED 8K de 65 pulgadas, doblan holgadamente el próximo límite establecido por la UE.
Misión imposible
«Hemos confirmado que ningún televisor 8K actual puede alcanzar este nivel de eficiencia energética y, por lo tanto, se prohibirá su venta en el mercado de la UE», remarca la 8K Association. Esta, además, añade, que no parece que las empresas vayan a poder encontrar la forma de reducir el consumo para entrar en valores aceptables, al menos, en el corto plazo.
«Se está trabajando mucho para abordar el mayor consumo de energía de las pantallas 8K, incluidos nuevos materiales y modos de cristal líquido, tecnologías mejoradas de componentes como el backplane y la conducción, y procesadores más eficientes. Pero estas mejoras tardan en desarrollarse y deben encajar en las capacidades de fabricación existentes», apuntan los fabricantes.
Desde la asociación, se acusa a la Unión Europea de establecer los límites de consumo para las pantallas 8K «de forma arbitraria». Y es que la UE habría utilizado para fijar los estándares, información correspondiente a pantallas fabricadas entre los años 2012 y 2017, arco temporal en el que era imposible acceder a teles con resolución 8K, ya que no se comercializaban.
«La 8K Association considera que esta falta de análisis científico adecuado para estos dispositivos 8K y microLED es un descuido inquietante, y que tiene muchas consecuencias desafortunadas», se señala en un comunicado.
Posible revisión antes de que termine 2022
Sin embargo, no todo está perdido. Los fabricantes esperan que la UE de su brazo a torcer antes de que la normativa sea de obligado cumplimiento. Se agarran a que, de acuerdo con lo establecido en su momento, la Comisión encargada puede revisar la normativa antes de la finalización del presente 2022, tal y como se recoge en el artículo 8.
«Creemos que esta revisión debe realizarse, lo que permite la presentación de datos basados en productos reales en el mercado junto con datos para respaldar cómo es probable que la tecnología aborde la reducción de energía en el futuro. El resultado de dicha revisión podría ser una nueva determinación del EEI basado en datos reales, un aplazamiento del requisito de EEI para pantallas 8K y microLED, o la confirmación del EEI actual de 0,9 para estos dispositivos (con sus consecuencias negativas)», señalan los fabricantes.