Globos, una nueva fuente de tensión internacional
Estados Unidos reconoció ayer lunes que todavía no ha identificado los tres misteriosos objetos voladores que derribó en los últimos días -y que se han prestado a todo tipo de especulaciones- y negó que espíe a China con globos como afirma Pekín.
La incertidumbre es tal que la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, consideró necesario aclarar al comienzo de su rueda de prensa diaria que “no tienen indicios de extraterrestres o actividades extraterrestres”.
Por lo demás el gobierno del presidente Joe Biden informó, a través de John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, que por saber no saben nada.
“No estamos seguros de si tenían o no capacidad de vigilancia, pero no podemos descartarlo”, dijo sobre los “objetos” derribados el viernes sobre Alaska (noroeste), el sábado sobre el Yukón, en el noroeste de Canadá, y domingo sobre el lago Hurón en el norte de Estados Unidos.
Capacidad radar
El 4 de febrero Estados Unidos derribó un globo chino y acusó a Pekín de tener una auténtica “flota” de naves espía en todo el mundo, de modo que estos hallazgos han alimentado todo tipo de especulaciones sobre una operación de vigilancia china. “Una de las razones por las que vemos más es que los buscamos más”, dijo John Kirby, quien explicó que después del incidente del globo chino Estados Unidos había perfeccionado su capacidad radar.
Porque “es difícil detectar objetos que se mueven lentamente a gran altura”, dijo, y señaló que los derribados en los últimos días parecían moverse con el viento, sin sistema de propulsión ni pilotaje.
Según el portavoz, tras ser destruidos por misiles de aviones de combate, los restos cayeron en aguas heladas de Alaska, en zonas remotas de Canadá o a un lago, lo que dificulta recuperarlos.
John Kirby también repitió que estos misteriosos objetos no presentan una “amenaza” militar, pero que podían poner en peligro el tráfico aéreo civil, lo que llevó a Biden a ordenar su derribo.
Se han filtrado algunos elementos. Los dos primeros “objetos” volaban a 12.000 metros y tenían el tamaño de un coche pequeño (mientras que el globo chino era tan grande como tres autobuses). El destruido en Yukón tenía una forma “cilíndrica”, según Ottawa.
El Pentágono describió como “octogonal” el del domingo y dijo que se desplazaba lentamente a una altura de 6,000 metros.
John Kirby no comparó estos “objetos” y el globo chino derribado.
“Sabíamos exactamente lo que era. Lo vimos reducir la velocidad, maniobrar, tratando de observar lo que creemos que eran instalaciones militares delicadas”, dijo sobre el globo chino.
China lo niega: reconoce ser dueño del globo, pero asegura que se trata de un dispositivo meteorológico que se desvió involuntariamente de su trayectoria.
Lo volvió a repetir el 6 de febrero, sobre un globo que sobrevolaba América Latina. Y ahora acusa de espionaje a Washington. “Solo en el último año, globos estadounidenses han sobrevolado China más de diez veces sin autorización alguna”, aseguró un portavoz de la cancillería china.