“Nosotros no somos delincuentes”, afirma la primera dama de Perú
La primera dama de Perú, Lilia Paredes, rechazó que la familia presidencial esté involucrada en casos de corrupción y aseguró que su hermana Yenifer, quien esta semana abandonó la prisión en la que cumplía una orden de prisión preventiva por presunta corrupción, trabaja “para la gente que más lo necesita”
“Nosotros no somos delincuentes, como nos califica mucha gente, esa es la pena y la tristeza que me da que hable así la gente”, enfatizó Paredes este jueves en declaraciones a la cadena estatal TVPerú.
La esposa del presidente Pedro Castillo agregó que su hermana, a la que la pareja ha criado como a una hija, “solo se dedicó a hacer su trabajo para la gente que más lo necesita”.
“Es mi hija y siempre voy a estar contenta porque sabemos que ella no ha hecho nada, siempre se ha preocupado por los más necesitados y eso lo que hacemos nosotros cada día”, remarcó al referirse a la liberación de Yenifer.
Ante las acusaciones de corrupción que se hacen en contra de su entorno familiar, la primera dama consideró que “la gente está mal informada” y que “la prensa informa mal” sobre su situación.
“Nosotros no hemos venido a hacer nada, hemos venido a hacer un trabajo limpio, honesto”, remarcó.
Yenifer Paredes salió el martes de la cárcel de mujeres de Lima, tras casi dos meses de prisión preventiva por un presunto caso de corrupción, que fue revertida por orden de la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada.
La joven es sindicada por la Fiscalía como la “testaferro” de una presunta red corrupta en el Gobierno de Castillo al supuestamente coordinar la adjudicación de obras públicas en Cajamarca, la región oriunda de la familia presidencial, con el empresario Hugo Espino.
Paredes seguirá afrontando el proceso abierto en su contra bajo comparecencia con restricciones, que incluyen no ausentarse de su lugar de residencia, ni variar el mismo sin la previa autorización del órgano judicial competente.
El Ministerio Público considera que la mujer cometió los delitos de organización criminal, colusión agravada y lavado de activos por los que podría recibir una pena de 23 años de cárcel.
La Fiscalía añade que en esta supuesta red corrupta también está implicada la primera dama, quien según la Fiscalía es la “coordinadora” de la organización, además de varios exministros del Gobierno de Castillo, quien también afronta una denuncia constitucional en el Congreso.
Castillo niega las acusaciones de corrupción y acusa a un sector de la oposición política, del Poder Judicial y de la prensa de ejercer un “complot” en su contra para sacarlo del poder mediante una “nueva modalidad de golpe de Estado”.
El pasado lunes, el presidente tomó “con bastante satisfacción” la decisión de revocar la prisión preventiva dictada contra su cuñada, según informó su abogado, Benji Espinoza.
La cuñada del presidente admitió que trabajó para la empresa de Espino, que en septiembre de 2021 ganó una licitación con el Estado por más de 3.8 millones de soles (casi un millón de dólares), pero niega haber tenido injerencia en los contratos de la compañía.