Ramírez y González, dos héroes firmados por Ramón Peña
Santo Domingo
Freddy Tapia
Santo Domingo
Desde la residencia de un amigo en Jupiter, Florida, Ramón Peña observó con gran satisfacción como José Ramírez y Oscar González, dos peloteros firmados por él, dieron jonrones en días consecutivos para que los Indios de Cleveland eliminaran a los Rays de Tampa Bay en la primera ronda de los playoffs de la Liga Americana.
“Muy contento estoy, me siento muy bien porque esos dos muchachos, en realidad, los firme para Cleveland y también porque otros dos de mis pupilos, que también firmé para Cleveland, Francisco Mejía (receptor) y el cubano (antesalista) estaban participando (con Tampa) en el mismo juego”, expresó.
Luego de brincar de alegría por el tablazo con uno a bordo que el viernes le dio Ramírez al estelar Shane Bieber en el sexto que probó se suficiente para que ese club ganara 2-1 el primer choque del playoff, soñó que el novato González haría lo mismo en algún momento del maratónico encuentro del sábado.
“Te puedo asegurar que me soñé que Oscar González iba hacer lo mismo para ganar y así sucedió. Tengo de testigo a varias personas a las que se los dije antes del juego. Te lo juro”, reveló vía telefónica Peña sobre el cuadrangular por el jardín izquierdo que sentenció la victoria 1-0 de los Guardianes y concedió el boleto parta enfrentar desde el martes a los Yanquis de Nueva York en una de las series divisionales de la Liga Americana.
La hazaña, que invita a desempolvar los libros de records para determinar si tiene antecedentes, eliminó a Tampa en un encuentro que se extendió a quince innings, el más largo de postemporada sin anotaciones en la historia de las Mayores.
Manifestó que aguarda la esperanza de que en un futuro Dios le conceda los números de la Lotto para acertar de manera similar a como lo hizo con González, cuya irrupción en el Gran Circo fue una de las causas que tuvo la gerencia de Cleveland para prescindir de los servicios de Framir Reyes, quien fue puesto en “weaber” y reclamado por los Cubs de Chicago.
Ramírez y González son apenas dos de la asombrosa cantidad de 66 jugadores fichados por Peña que han arribado a las Grandes Ligas como escucha de los Reales de Kansas City (1982-85), Tigres de Detroit (1985-2006), Mets de Nueva York (2006-2009), Cleveland (2010-2016) y nuevamente con Kansas City entre 2018 y 2019.
A pesar de ser uno de los mejores “scout” , Peña está fuera del béisbol organizado. Desde mayo pasado labora como asesor internacional de los Diablos Rojos de México, pero su meta es retornar con una organización de la Gran Carpa.
“Quiero volver otra vez a firmar peloteros de Grandes Ligas. Yo sé que el sistema ha cambiado mucho, se están dando millones de dólares, un presupuesto que nunca tuve cuando trabajé con esas organizaciones”, declaró Peña.
En su dilatada carrera como scout y en operaciones de béisbol nunca ha estado envuelto en escándalos.
“Nunca en los 40 años que he estado ´escaotiando´ me he visto en un escándalo que me haya perjudicado a mí o haya perjudicado a las organizaciones para las que prestado servicios”, subrayó el otrora gerente de los Leones del Escogido y las Águilas Cibaeñas.
“Siempre he trabajado con mucha honestidad, con mucha seriedad y Major League lo sabe y todo el que sabe de pelota”, puntualizó.
Sus ojos clínicos y el olfato de un can siempre le permitieron compensar, estirar y lograr mejores resultados con la limitada cantidad de dólares anuales que tenía disponibles para ese concepto.
“La Para” Ramírez, uno de los mejores del negocio y que por quinto año seguido está metido en la conversación para elegir al Jugador Más Valioso de la Americana, lo firmó en 2009 por un bono de 50 mil dólares.
En el Julio 2 de ese año, los focos de atención estuvieron sobre Miguel Ángel Sanó y Gary Sánchez, quienes recibieron bonos de 3 millones 150 mil dólares y 3 millones por parte de los Mellizos de Minnesota y los Yanquis, respectivamente.
José Vinicio, un espigado torpedero firmados por los Medias Rojas de Boston por 1.9 millones no pasó de AAA y en nueve campañas en las Menores tuvo average de .247.
Aunque es partidario de dar contratos de siete cifras a talento que sí lo merecen, considera que en estos tiempos se les está dando millones de dólares a peloteros que en realidad no lo valen, en muchos casos muy jóvenes, “jugando a la ruleta rusa” con muchachos que con mucha frecuencia se quedan en el camino.
“Yo no le daba millones a ningún pelotero”, indicó Peña, quien con el paso del tiempo sí tuvo que hacerlo con Dolcy Paulino, un torpedero hijo de Jesús Sánchez y outfielder Héctor Caro. A cada uno fichó por 1.1 millones.
Paulino sólo alcanzó la AAA y Caro no pasó de Roockie League.
“No es necesario dar mucho dinero para que el pelotero llegue a Grandes Ligas. El bono no hace al pelotero”, señala Peña sobre una vieja máxima del béisbol.