Riesgos de ingerir carnes crudas
Comer carne cruda o carne que no se ha cocinado del todo puede enfermar gravemente a las personas e incluso causarles la muerte. Esto no significa que esté prohibido, puesto que hay muchas carnes que se comen sin cocinarse, pero hay que tener precauciones.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que los alimentos crudos de origen animal son los más propensos a estar contaminados, específicamente carnes y aves crudas o poco cocidas, huevos crudos o poco cocidos, leche sin pasteurizar (cruda) y mariscos crudos.
¿Cuál es el peligro? La carne sin cocinarse puede tener gérmenes dañinos que pueden causar un sinfín de enfermedades. La carne cruda puede contener Salmonella, E. coli, Yersinia y otras bacterias, mientras que las aves crudas suelen contener Campylobacter.
Tan sólo en Estados Unidos, la Salmonella causa alrededor de 1.4 millones de infecciones, 26.500 hospitalizaciones y 420 muertes según las estimaciones de los CDC. Además de las mencionadas bacterias también está el riesgo de infección parasitaria.
Los CDC instan a cocinar todas las carnes e incluso usar un termómetro para alimentos para tener por seguro que se ha logrado una cocción completa. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) señala que los bistecs deben cocinarse a una temperatura mínima de 145° F (63° C), con un tiempo de repose de 3 minutos.
Las carnes para asar y chuletas de puerco deben cocinarse a temperatura mínima de 160° F (71° C); la carne molida de res, ternera, cordero y cerdo deben alcanzar una temperatura mínima de 160° F (71° C), mientras que la carne molida de pollo una temperatura de 165° F (74° C).
El pollo entero debe cocinarse a 165° F (74° C) y las pechugas de pollo a 165° F (74° C). Por su parte, los pescados se deben cocinar a una temperatura interna de 145° F (63° C), hasta que la carne obtenga un blanco opaco leche y la carne se deshaga con el tenedor.