Trump y sus seguidores trazan estrategia para impugnar una posible derrota electoral
El expresidente Donald Trump y sus seguidores más fieles han pasado años cuestionando el proceso electoral en Estados Unidos, estableciendo las bases para no aceptar una posible derrota en las elecciones del 5 de noviembre, lo que genera una gran incertidumbre ante unos comicios que se perfilan muy disputados.
Aún sin aceptar su derrota ante Joe Biden en 2020, Trump sigue promoviendo afirmaciones infundadas, como que los inmigrantes ilegales pueden votar, mientras que figuras cercanas como Elon Musk han señalado, también sin pruebas, que los demócratas “quieren acabar con el derecho al voto”.
El rechazo de Trump a los resultados de 2020 le ha costado varias imputaciones, incluyendo en Georgia y Washington DC, por intentar revertir su derrota, lo que culminó en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando una turba intentó detener la certificación de los resultados.
Cuatro años después, su discurso sigue siendo el mismo: “Solo quiero unas elecciones justas”, ha afirmado, alegando que los demócratas hacen trampa y que, si el sistema no es honesto, “hay que luchar por los derechos del país”.
Su equipo respalda esta postura. “Queremos elecciones transparentes que reflejen la voluntad de los votantes. Si esto se cumple, no tendremos problema en aceptar el resultado”, aseguró Jaime Florez, portavoz de la campaña de Trump.
Expertos advierten que este tipo de retórica está diseñada para debilitar la confianza en el sistema electoral. “Incluso si los republicanos aceptan el resultado, el daño ya estará hecho y la desconfianza perdurará”, explicó Jackson Barlow, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Juniata College.
Por su parte, los demócratas denuncian que Trump y sus aliados han conspirado para sembrar desconfianza y así justificar una eventual derrota. “Estamos preparados para cualquier desafío”, afirmó Jen O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de Kamala Harris.
Las encuestas posicionan a Harris ligeramente por delante de Trump a nivel nacional, pero la diferencia es mínima en estados clave como Pensilvania y Wisconsin, lo que podría inclinar la balanza.
Los expertos anticipan que la respuesta de Trump tras las elecciones será crucial. “Si vuelve a perder, tendrá la oportunidad de mitigar parte del daño a su legado tras el 6 de enero”, indicó Grant Reeher, de la Universidad de Siracusa.
Incluso el presidente Biden ha expresado dudas sobre la tranquilidad del proceso electoral. “Confío en que será libre y justo, pero no estoy seguro de que sea pacífico”, advirtió.